La venganza es mía S.A.

Le robo el título de la entrada a Roald Dahl, al tiempo que os recomiendo leer cualquiera de sus recopilaciones de relatos o esa joya que es «Mi tío Oswald». Pero no vamos a hablar de literatura, vamos a hablar de cine. Me pasa que, a lo tonto, a veces hago asociaciones espontáneas de películas. Esta última semana he ido encadenando una serie de películas que han resultado tener bastante que ver entre sí. Y es que al ver al tipo de Drive repartiendo estopa por Los Ángeles, no puede evitar acordarme de otra película que había visto hace tiempo y que me gustó: El Halcón Inglés.

Y me acordaba de El Halcón Inglés porque tiene algún punto en común con Drive. Ambas parecen mirar hacia atrás, a ese género de los 60 de películas de venganza que tan bien ilustraron A quemarropa o Get Carter. Un género cuyo argumento básico venía a ser «tío con malas pulgas y cuentas pendientes la lía parda entre un grupo de gualtrapas que lo infravaloran».

En esta ocasión el tío con malas pulgas es Terence Stamp, un expresidiario que, al salir de la cárcel en Inglaterra, lo primero que hace es plantarse en Los Ángeles para averiguar cómo y por qué ha muerto su hija.

Bonito póster

Una vez allí es sutil, no se deja ver y planea sus acciones con astucia. ¿Qué?… no, hombre, esto no es una partida de ajedrez. Se va comportando como una mala bestia aquí y allá hasta que salta la liebre, que es lo suyo.  Reconozco que la película flojea un poco hacia el final, pero es una revisión muy interesante del tema clásico,  interpretado por Terence Stamp que está estupendo y por un Peter Fonda con una pincelada de autocrítica.

Dirige Steven Soderbergh, que es un hombre que suele hacer cosas interesantes. Y aunque no sea tan cool como Drive, se marcaron el bonito cartel que veis arriba, además de incluír en la banda sonora The Seeker, de The Who. Oh yeah.

Curiosamente, un par de días después de verla, pedí a Sincopada que me recordase una película que me había recomendado hacía unas semanas. Y resultó que era Dead Man’s Shoes. Dirigida por Shane Meadows (el de This is England) y coescrita entre el director y el protagonista, Paddy Considine. Dos tíos bastante interesantes y que ya salieron en mi entrada sobre Sheffield. (Si salir en mi blog no es un sello de calidad quiero recordar que Kissinger tiene el Nobel de la Paz.)

(Se les fue un poco la mano con el cartel, parece La matanza de Texas y tampoco es eso)

Sobre ésta es mejor no desvelar mucho. Sólo diré le da una vuelta más angustiosa a la cuestión y no se deja llevar por el intento de que quede bonito. La venganza te convierte en un monstruo. Saciado pero monstruo, al fin y al cabo. Y no te trae lo que ya no está. Una película dura e intensa – quizá hasta demasiado intensa por parte de Considine – de las que te dejan con mal cuerpo.

Curiosamente, lo que me llevó a la asociación con la siguiente película es la pinta del protagonista, pero resulta que ambas películas tienen bastante más que eso en común. La película es  I’ll sleep when I’m dead, en España titulada «Fuera de Control», siguiendo esa tradición de cargarse buenos títulos y cambiarlos por títulos anodinos. La cosa va de un ex-gangster (un Clive Owen en sus comienzos), que vuelve a Londres a ajustarle las cuentas a Malcolm McDowell.

Y no es sólo que el asunto vaya de hermanos, prestad atención a la comparativa de pintas entre Considine y Owen:

No te metas con el hermano de alguien que lleva parka militar y barba, o acabarás echando las tripas por la boca, motherfucker... (Carlos, no te confíes mucho en esta norma, que la parka la tengo, pero me afeité ayer)

 

Una buena película, con lo que se le pide al género y con un Clive Owen luciendo cara pétrea y mucha mala leche.

 Al repasar los datos de esta última, me encuentro con que el director es Mike Hodges, el cual, casualmente, es también el director de la ya mencionada Get Carter. Con lo cual cierro este post con una coda al segundo párrafo, encajando todo el puzle sideral, en un ejemplo -más- de pura maestría bloguera.

 Y dejándoos unas recomendaciones de películas con ingleses en modo vengativo motherfucker que os harán pasar un buen rato. ¿Pero qué les ponen en el té a estos tíos…?