Lamborghini Miura

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En la actualidad, cuando un producto resulta defectuoso, llamamos a un número de teléfono de atención al cliente. Al otro lado de la línea, un teleoperador infraremunerado y sobreexplotado nos hace de punching ball un rato hasta que nos damos por vencidos.

No era asi en los años 60, antes de que los teleoperadores dominasen el mundo, y menos si el producto defectuoso era un Ferrari 250 GT. Cuando Ferruccio Lamborghini, fabricante de tractores, desmontó el embrague de su Ferrari, descubrió que estaba compuesta por componentes iguales (e igual de baratos) a los que él montaba en sus tractores.

Furioso, se reunió con Enzo Ferrari. La conversación, no fue bien. Lamborghini tenía quejas sobre el funcionamiento de sus Ferraris, y el “Comendatore” no estaba de humor. La discusión terminó con Enzo Ferrari diciéndole a Lamborghini que, probablemente, el problema era que un fabricante de tractores no era capaz de conducir un Ferrari. Ay, los italianos. Ya se sabe, esa gente humilde, racional, que mide sus palabras, y aceptan las críticas con deportividad.

Ferruccio Lamborghini

Ferruccio volvió a su fábrica, sustituyó unas piezas del embrague de su Ferrari, y eureka, el 250 volvió a la vida. Y de ahí salieron dos ideas. Primera, no volver a comprar un Ferrari. Y segunda, batir a Enzo en su propio terreno, creando él mismo una marca de deportivos.

O al menos, eso es lo que dice la leyenda. En mi opinión, ni siquiera un nuevo rico italiano monta una marca de superdeportivos por una rabieta. Así que me parece más probable que la idea le rondase desde hace tiempo y el asunto del Ferrari sólo fuese el detonante.

Los primeros modelos en producirse bajo el nombre Lamborghini fueron el 350 GT y el 400 GT. Dos bellezas italianas, pero no aportaban grandes novedades. Hubo que esperar hasta 1966 para que surgiera el modelo que pondría a Lamborghini en la historia, y en los sueños de muchos aficionados: El Miura.

Lo primero que hay que mencionar sobre él, es que Marcelo Gandini, su diseñador, lo creó cuando tenía 25 años Y el resto del equipo que trabajó en el Miura tampoco llegaba a la treintena. Pese a que tiene un aire innegable al Ford GT de aquellos años, el Miura resultó rompedor. Una mala bestia. El juguete caro de las ovejas negras de las mejores familias.

Cuando se presentó en el salón del automóvil de Génova en 1966, causó conmoción. Y pasó a convertirse rápidamente en el coche más excitante que el dinero pudiese comprar. Y de paso, en el primer supercoche de la historia. Punto y partido para Lamborghini.

Y había más. El salvaje Miura montaba motor central, y esa fue otra victoria. Ferrari siempre había opuesto pegas a los motores centrales. “Los caballos deben tirar del coche, no empujarlo”, decía Enzo Ferrari. El Miura fue el primer coche de producción en montar uno. Y dado que la criatura alcanzaba los 274 km/h y se ponía de cero a 100 en 6,7 segundos habría que decir que funcionó. Funcionó tan bien, que, de hecho, al poco tiempo, todos los ultradeportivos montaban el motor en esa posición. Incluidos los Ferrari, lo que imagino que hizo relamerse de gusto a Ferruccio Lamborghini.

Y asi fue el Miura. Un primus inter pares. El superdeportivo con más clase en un mundillo de superdeportivos con clase. El no va más.

Desde su creación, la empresa ha cambiado de manos varias veces. En la actualidad sigue produciendo deportivos con éxito, bajo el manto del Grupo Volkswagen. Y siguen luciendo nombres taurinos, en muchos casos. Este hecho y el propio logo de Lamborghini son fruto de la pasión que el fundador sentía por los toros bravos.

Puede que Lamborghini no le haya arrebatado a Ferrari su estatus de primera marca de deportivos del mundo. Pero los oídos de los aficionados de Ferrari todavía deben de sangrar cuando se les recuerda la frase de Frank Sinatra al respecto: “Conduces un Ferrari cuando quieres ser alguien. Cuando ya eres alguien, conduces un Lamborghini.”

Sefton

Video:

-Si os apetece ver un Miura en movimiento, qué mejor que la prueba que le hicieron en Top Gear (Particularmente recomendado para los fans de Jamiroquai; sale Jay Kay con su Miura.)

Enlaces:

– Por lo que parece, Lamborghini usó el nombre Miura sin pedir permiso al ganadero Eduardo Miura. Para evitar acciones legales, le regaló un “ejemplar”. En este post del foro de pieldetoro cuentan la historia de ese coche en concreto y a dónde ha ido a parar, con erudición digna de mejor causa.